tag:blogger.com,1999:blog-91852282368698699372024-03-05T05:33:39.220+01:00LICOR DE MANDRAGORA
LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-89602743923047852632023-09-09T15:34:00.001+02:002023-09-09T15:41:07.972+02:00EL CLUB DE NÉMESIS<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Goudy Old Style",serif; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La venganza es una forma pérfida de la justicia que a veces
usa el Universo para recobrar el equilibrio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Goudy Old Style",serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">¿Alguna vez has sufrido un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bullying</i>? ¿Has deseado vengarte? Y no lo hiciste. ¿Te has sentido
cobarde por ello? Tal vez no podías, por</span><span lang="ES" style="font-family: "Goudy Old Style",serif; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">que como decía Don Quijote: «La valentía que entra en la
jurisdicción de la temeridad, más tiene de locura que de fortaleza». Pero Némesis
te susurra al oído: ¿Vas a dejarlo así? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Piénsalo bien: ¿Vale la pena? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Goudy Old Style",serif; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span><span style="font-family: "Goudy Old Style", serif; font-size: 14pt; text-align: justify;">La reclamación de
una deuda de juego obliga a Justo, a entrar en contacto con un siniestro
personaje llamado Amín y con un club en el que una vez que se ha entrado es
imposible salir. Cada página es una puerta entreabierta que oculta un nuevo
misterio en una trama fascinante, envolvente, sin tregua, que se sumerge en un
mundo de acción, secretos y enigmas sin resolver.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Goudy Old Style",serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">El Club de Némesis</span></i><span lang="ES" style="font-family: "Goudy Old Style",serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> transmite
la sensación de un universo turbio e inquietante que se traslada al texto a
través de una cierta espesura de novela negra con tintes de thriller
contemporáneo que en todo momento envuelve a la narración, en donde los
diálogos cobran gran protagonismo. Se asienta sobre la voz de un narrador
omnisciente sin desviar la mirada a la corriente interna, permitiendo la
inclusión de reflexiones de los personajes para subrayar la dimensión
psicológica de la trama.<o:p></o:p></span></p>LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-78206661325125756382023-01-19T23:27:00.003+01:002023-01-19T23:27:31.222+01:00El Español, el idioma más bello.<p> El Español es el idioma más bello. </p><p>Es una amalgama del latín, el griego, los dialectos íberos y el árabe. </p><p>Es el único idioma en el que se saluda en plural, y esto es porque el saludo original es: “buenos días os dé el Señor“, y por ello, los “buenos días” se pueden utilizar en cualquier momento de las 24 horas. </p><p>Es un deseo, un ruego, un pedido a Dios, por la protección y gracia de la persona que saludamos. </p><p>El Español es el idioma más lindo del mundo. </p><p>¡Ah, sí? </p><p>Sí, eso seguro que sí… y no sólo lo digo por haber escuchado en él los más dulces mimos, los de mi madre, lo es también porque, entre casi incontables elementos como es el saludo, se solicita la buena ventura del prójimo que, como tú y yo, es un hijo de Dios.</p><p>Por eso, compañeros, fratres y sórores, no importa la hora en la que leas esto: ¡Buenos días!</p>LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-28013324410031952782022-12-21T22:31:00.001+01:002022-12-21T22:31:55.984+01:00 El Médico del Niño Dios <p><span style="font-size: x-small;"> −Un cuento de Navidad−</span> </p><p><span style="font-size: medium;"> </span>Orlando Name Bayona</p><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i><span style="font-family: "Goudy Old Style", "serif";">A mi amada esposa. <o:p></o:p></span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">A mis hijos, a mis nietos. ¡Niños por siempre!</span></i><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">A mis sórores y fratres en la curación y la
sanación,<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">de bata blanca o sotana.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i><span style="font-family: "Goudy Old Style", "serif";">A mis compañeros de la niñez y de la juventud.</span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: right;"><span style="font-family: "Brush Script MT"; font-size: 18.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Cuando las ciudades solo eran un refugio, en los
albores de la historia, algo pasó en los extramuros de una humilde aldea, algo
que cambió a la humanidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Aquella noche de vientos fríos, el cielo estaba pleno
de luceros y estrellas. Era el firmamento un manto bordado con boronas de luz que,
desde el abismo sideral, parecía precipitarse a la tierra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><i><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Bel-Sar-Utsor</span></i><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-style: italic;"> ―también llamado</span><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"> Baltasar―, miraba embelesado la luna llena, que
emitía un haz de luz ambarina, muy brillante. Sus ojos querían robar un poco de
aquellos destellos selenitas. Su rostro de arrugas curtidas y rudas facciones,
contrastaban con una dulce sonrisa que expresaba placidez y asombro con el
magnífico regalo que le ofrecía ese momento nocturno. Absorto, disfrutaba de la
serena gala cósmica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cuando salió
de su fascinación, suspiró y giró la mirada hacia el rústico escritorio, en
donde un pabilo de llama mansa, que así se mantenía a pesar de las ráfagas de
viento, con frugalidad alimentaba de luz la habitación. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Abrió
el pergamino arcano que reposaba sobre su mesa. Presintió que al leerlo, un encantamiento
sobre él caería, pero continuó con la esperanza de que fuera un bello sortilegio
y no una mala sentencia. Había llegado a sus manos en extrañas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>circunstancias, solo sabía que lo había escrito
un sabio persa. Sus letras venían del mismo Zaratustra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y
cuando lo hizo, un delicado olor a sándalo invadió el entorno, y de la
garabateada caligrafía plasmada en la vieja y amarillenta superficie surgió una
pléyade de minúsculas luces que brillaron por un instante. Todo se iluminó,
pero fue un destello fugaz porque de inmediato en el recinto volvió a reinar la
tenue y trémula iluminación del grueso cirio fundido por la pequeña flama que
lo devoraba lentamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Entre parpadeos por la
precipitación emocional que invadió su corazón, leyó:</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Al final del camino, el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que la estrella señala, encontrarás a un
recién nacido. Su corazón tiene el fuego de Ahura Mazda ―</span></i><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">El
Señor Sabio,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Dios<i style="mso-bidi-font-style: normal;">―. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su fulgor acrisolará los
espíritus y los liberará de todo error, de todo desvío. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Él, el único predestinado, con su mano
aferrará tu dedo, te tomará para sí. Será para siempre. Nunca te soltará. Entonces,
curarás, porque su fuego estará en tu mente, y tu mano será un instrumento de
sanación. Sabrás quien es Él, porque su sonrisa augura la sabiduría divina.</i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">El corpulento
mago de piel de ébano releyó con asombro el inapelable veredicto. Al final, sonrió
con alegría, su cuerpo se estremeció y por un instante se miró las palmas de
sus manos que brillaban por una misteriosa escarcha, que había salido de la
nada, y profusamente las impregnaba. Sus dedos temblaban esparciendo ese polvo
de estrellas, creando a su alrededor una etérea nube mágica, que se elevaba
cual voluta iridiscente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p> <span> </span></o:p></span><span style="font-family: "Bookman Old Style", "serif"; text-indent: 35.4pt;">Poseso de entusiasmo, apoyado en el alféizar de la
ventana, volvió la mirada al cielo estrellado. Allí estaba, lo escrito se empezaba
a cumplir, el momento había llegado y había que iniciar el viaje. Lo supo
cuando un fulgurante rayo argento cruzó la bóveda celeste, como rayando la oscura
pizarra del nocturno firmamento. Un cálido ventarrón se entreveró con las
gélidas ráfagas invernales y se hizo presente un extraño pero delicioso olor a
flores de lavanda. Era la estrella, era la señal. Había que partir.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Viajando, varios días pasaron. Al principio, entre marañosos
montes, después por heladas estepas y un desierto de arenas finas entreverado
de abruptas hammadas. El sol reinaba en el día y en la noche esa singular estrella.
El astro, hermoso como ninguno, era un cometa que se adornaba con una rara cola
incandescente que marcaba una derrota en el cielo, indicando el camino a seguir.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Sobre un robusto camello alhajado de ricos
mantones, el buen Rey Negro, sentado entre las jorobas, sobre una ostentosa y
mullida albarda, solitario con sus pensamientos plenos de nuevas e inesperadas
ilusiones, recorría el camino que la estrella señalaba. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una tarde, el viento, un poco más cálido y agradable, trajo un
olor salitroso que anunciaba la cercanía de un mar. Las arenas se volvieron más
oscuras, más firmes y menos áridas. Brotaban pequeños arbustos, matas que
parían florecillas púrpura, que en lontananza parecían formar un tapiz real de
bienvenida. Después, con las montañas en frente, cual gigantes dormidos tras un
cataclismo, se hicieron presentes algunos árboles plantados en una alfombra
verde de fina grama.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ido el sol, el manto níveo de los picos de
las montañas se resaltaban. La noche era casi tan clara como el día, pues la
luz lunar reverberaba en la nieve; también estaban las refulgencias de aquella
estrella que se anunciaba en los avésticos escritos del profeta oriental. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De
repente, sin aviso, al terminar una curva pronunciada del estrecho sendero que
bordeaba la montaña, el camino acabó. A los ojos de Baltazar se hicieron
presentes las primeras casas de una humilde aldea enclavada en medio de un
diminuto valle. La estrella guía, la anunciada en el arcano documento, estaba
en el cenit. El sabio negro supo que ese era el sitio señalado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Conforme se iba acercando notó una creciente
agitación. Tan entrada la noche era extraño ver niños por las calles y a viejos
caminando al apoyo de bastones, desafiando el frío. Todos iban en la misma dirección
y en sus ojos se podían ver los reluces del fulgurante astro que parecía ahora
suspendido en el cielo y que, con su luminosa y etérea cola, señalaba un sitio
cercano, en un collado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Detenido
a un lado de la empedrada calle, observó como un grupo de pastores se dirigían
por un camino que bordeaba la aldea. Entre ellos también iba algún soldado romano
sin lanza ni espada, y un rico señor a pie descalzo, y detrás de él, un perro
flaco que cojeaba por llevar prendido en una de sus patas a un simpático y
sonriente cangrejo. Al chucho, le seguía una hermosa niña que cantaba una dulce
canción y daba pequeños saltos; parecía danzar mientras caminaba tomada de la
mano de su hermano que sonreía lleno de júbilo. Otro niño, un poco mayor que los
otros dos, detrás, palmoteaba con ritmo acompañando la tonada. Ahora, Baltasar
estaba seguro, era el final de aquel largo camino. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
trayecto fue corto y a medida que se acercaba el misterioso sitio, vio más
gente con el rostro iluminado por la fascinación. Todos miraban a lo alto del
collado, en dirección a una gruta cercada a modo de pesebre. Murmuraban su gozo
o cantaban tonadas. Lo que había allí emanaba alegría. Su corazón saltaba de felicidad.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aquel sitio parecía tener luz propia. <br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una vez hubo descendido del camello, abriéndose
paso, avanzó entre la multitud y se detuvo frente a un niño recién nacido que
lloraba en los brazos de su madre, que nerviosa, con suaves zarandeos y caminando
de un lado a otro, intentaba consolar al pequeño y mitigar lo que parecía un dolor.
El pequeño estaba inconsolable. Sus muslos se flexionaban y las manos empuñadas
se agitaban con desespero. El rostro sudoroso, confirmaba el álgido momento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A
la luz de una hoguera, que lanzaba lenguas de candela y sordas crepitaciones,
la madre encontró los ojos de aquel hombre vestido con un rico turbante. Ella,
con un ademán en el rostro le pidió ayuda. Baltasar lo entendió y después de
esbozar una paternal sonrisa, lanzándole una mirada de consuelo, extendió una pequeña
manta de lana sobre un lecho de paja, y con un gesto de sus manos nuevamente
impregnadas de la misteriosa escarcha cósmica, y esa dulce sonrisa, la que
siempre llevaba, le indicó a la angustiada María que colocara allí al niño, en
el rústico lecho de hierba seca y vellón tejido. De sus ropajes, sacó un
pequeño frasco que contenía un aromático aceite. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Los dulzones aromas de caléndula y manzanilla llenaron
el entorno. Frotó la pancita del chiquitín y de nuevo humedeció un dedo con el
espeso líquido y lo colocó en los labios del recién nacido, que de inmediato
dejó de llorar y abrió los ojos, y de ellos salió un destello fulgurante que
por un breve instante anubló la visión de Baltasar. Su rugosa mano, de nuevo,
se posó sobre la barriguita. El precioso niño volvió a llorar desconsolado. Dejando
caer un poco más del aceite en el vientre del pequeño, Baltasar lo masajeó, firme
pero delicadamente hasta que todo cesó. El niño calló, abrió las manos y los
ojos. Mirando al curador, le obsequió, en gratitud, una sonrisa. Baltasar se la
devolvió emocionado, era la sonrisa que auguraba la sabiduría divina, la que
estaba anunciada en el viejo escrito, plasmado en aquel pergamino misterioso.
Se giró y miró a la madre que también sonreía al lado de su esposo que delicadamente
la abrazaba. Agradecidos, inclinaron la cabeza en gesto reverente. Cuando
estaba en esas, distraído, el sabio sintió como el pequeño, con su manito le
había prendido su dedo índice y lo asía con firmeza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo miró, el niño aún tenía
sus ojos puestos en él, sonreía y no le soltaba el dedo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De un rincón penumbroso de
aquel pesebre, salió un hombre de cabellos rubios y barba blanca, ataviado con
regias vestiduras azul marino y brocadas de arabescos en oro y que también,
como él, llevaba con un hermoso turbante, alhajado con un zafiro. Sin hacer
ruido al pisar, se acercó al lecho del niño Jesús. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y mirando a Baltasar, quien permanecía inmóvil,
agarrado de la manito del niño, le dijo: <br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style", "serif";"> </span><span style="font-family: Bookman Old Style, serif;">―Está escrito… </span><i><span style="font-family: Bookman Old Style, serif;">Bel-Sar-Utsor</span><a href="file:///C:/Users/Usuario/Desktop/literatura/Cuentos%20de%20Navidad/El%20M%C3%A9dico%20del%20Ni%C3%B1o%20Dios%202022.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: trebuchet; font-size: xx-small;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b>[1]</b></span><!--[endif]--></span></span></a></i><span style="font-family: trebuchet; font-size: xx-small;">.</span><span style="font-family: "Bookman Old Style", "serif";"> </span><span style="font-family: Bookman Old Style, serif;">H</span><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">oy se cumple…, ahora por la voluntad de Dios podrás
curar, podrás sanar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y
de Él no te va a soltar, porque desde hoy el Niño Dios te ha tomado para
siempre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span style="font-family: Arial, "sans-serif";"> </span></p>
<p class="Pa4" style="margin-bottom: 14.0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span style="font-size: xx-small;">No se
permite la reproducción total o parcial de este cuento, ni su incorporación a
un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier
medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros
métodos, sin el permiso previo y por escrito del autor. La infracción de los derechos
mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual
(Art. 270 y siguientes del Código Penal).</span><span style="font-size: 8pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="color: black; mso-bidi-font-family: "EB Garamond";">© Orlando Name Bayona, 2022</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/Usuario/Desktop/literatura/Cuentos%20de%20Navidad/El%20M%C3%A9dico%20del%20Ni%C3%B1o%20Dios%202022.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <i>Dios protege al Rey</i><o:p></o:p></p>
</div>
</div>LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-15617441144703095352020-09-02T02:33:00.002+02:002020-09-02T03:26:04.633+02:00El Corsario de Dios<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-hyphenate: auto; text-align: center;"><br /><i><span style="color: #660000;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;">
<i><span style="color: #660000;"><span style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Bookman Old Style","serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> <span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span></span></span></span><b style="text-align: center;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; font-size: 18pt; line-height: 115%;">Nota de Prensa</span></b></span></i></div>
<div>
<table align="left" cellpadding="0" cellspacing="0" hspace="0" vspace="0">
<tbody><tr>
<td align="left" style="padding: 0cm;" valign="top">
<p class="MsoNormal" style="break-after: avoid; line-height: 38.6pt; margin-bottom: 0cm; mso-element-anchor-horizontal: column; mso-element-anchor-vertical: paragraph; mso-element-linespan: 2; mso-element-wrap: around; mso-element: dropcap-dropped; mso-height-rule: exactly; mso-line-height-rule: exactly; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; font-size: 43.5pt; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-text-raise: -1.5pt;">U<o:p></o:p></span></p>
</td>
</tr>
</tbody></table>
</div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">na tarde, entre la
brisa fresca y los trinos alegres de las Mariamulatas, Félix, el tío Negro,
sentado en un patio de Cartagena, le entrega a su sobrino unos manuscritos
antiguos, mientras le cuenta que en el Archivo General de Indias está reseñado
que el primer Bayona, su antepasado, llegó a Tierra Firme en 1697 como
integrante de una expedición corsaria del Luis XIV, rey de Francia, la que al
mando del Barón de Pointis tomó a Cartagena de Indias. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Poco a poco, en medio
de batallas navales, intrigas,
traiciones y actos de heroísmo relatados
en los legajos entregados por el tío Negro, se va descubriendo que Bayona era
parte de la tripulación de un barco Español apresado en el Caribe por la
expedición francesa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Bayona venía a buscando
mejor fortuna y con una misión secreta, pues traía consigo una reliquia sagrada
con la que, al final, se cumple una profecía que está en el Libro de las
Revelaciones. Prisionero de los franceses y después de los españoles locales conniventes
con los invasores, logra escapar y huye por el magdalena, rio arriba, se
interna en las estribaciones andinas hasta llegar a Ocaña. En el recorrido es
ayudado por un enigmático personaje, don Antón. <o:p></o:p></span></p>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Goudy Old Style","serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Cuando se establece en
la bella ciudad colonial de los Andes, tiene que afrontar y vencer muchas
dificultades. Es testigo de momentos que son historias de fe como la aparición
de la virgen de Torcoroma y otros<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hechos
misteriosos y singulares que hoy son leyenda. En Ocaña encuentra el amor y la
fortuna. Su presencia y legado son parte de la historia de la región y de Colombia.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><br /></div>LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-20061441507115342012019-11-17T20:29:00.000+01:002019-11-17T20:29:04.189+01:00POLVO DE ESTRELLAS<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Bookman Old Style","serif";">La otra noche, un famoso
astrónomo aseguraba que los humanos estamos hechos de polvo de estrellas. Mientras
lo decía convencido, en la televisión pasaban imágenes de estrellas y luceros que
se movían al avance de la cámara. Aquello parecía la ventana de una nave
intergaláctica que, entrando y saliendo de pléyades y densos núcleos estelares,
se sumergía en las profundidades interminables del espacio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Bookman Old Style","serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La música de fondo que acompañaba la idílica
imagen me adormiló y entré en un delicioso trance onírico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Bookman Old Style","serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Soñaba que un lucero a punto de morir, de
extinguir su brillo, soltaba una ráfaga de fino polvo, intentando dejar algo de
su luz en los abismos oscuros del universo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Bookman Old Style","serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En el
viento estelar, el puñado de cenizas brillantes de la estrella que se apagaba,
cabalgó a través del ancho espacio y llego a Dios. ÉL estaba distraído. Moldeaba
con sus manos una bella criatura, una que tendría un propósito singular, una
encomienda de amor. Sintió la ventisca y cuando se giró, vio que el lucero,
después de descargar una agónica centella brillante, se fue apagando entre
trémulos relampagueos. Todo quedó oscuro en la dirección del astro extinto.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Bookman Old Style","serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El Todopoderoso se giró de nuevo para
contemplar la pequeña criatura que tenía entre sus manos. No podía esperar, tenía
que terminar su obra e insuflarle un aliento de vida. ¡Era urgente!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Bookman Old Style","serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sopló y la hermosa creación abrió los ojos. Eran
de un brillante verde marino… Y fue que el polvo de estrellas, el de aquel
lucero, se quedó en tus ojos, María Liliana, mi niña… <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y sus reflejos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡en mi corazón!<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Bodoni MT","serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Bodoni MT","serif";">Orlando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Name Bayona<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-35269523618488905562018-09-29T08:22:00.001+02:002018-09-29T08:22:23.353+02:00<br />
<div class="MsoNormal">
Sin Dios no hay diablo, sin diablo no hay pecado, sin pecado
no hay humano. ¡Uff, menos mal hay Dios!</div>
<br />LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-43302425508626685852017-06-01T12:39:00.001+02:002017-06-01T12:39:18.834+02:00El que pierde una gran mujer no sabe lo que gana. <!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div style="border: solid windowtext 1.0pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-element: para-border-div; padding: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt;">
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: 150%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm;">
¿Dónde estoy doctor?<br />
-En la UCI.<br />
-¿Y por qué?<br />
-Tiene una fuerte conmoción cerebral. ¿Recuerda qué le pasó?<br />
-Pues mire doctor, recuerdo algo. Ella me dijo:<br />
-¡Cabrón! Mira la hora de llegar, y borracho. Me voy, y esta vez, ¡para
siempre!<br />
Me recosté en el quicio de la puerta, y dije:<br />
-El que pierde una gran mujer no sabe lo que gana...<br />
Doctor, es lo último que recuerdo.</div>
</div>
LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-91321081387689914552013-07-08T20:54:00.001+02:002015-09-18T23:46:11.591+02:00EL CORSARIO DE DIOS<div class="MsoNormal">
<i style="font-family: 'Bookman Old Style', serif; font-size: 12pt;"> </i><b style="font-family: 'Bookman Old Style', serif; font-size: 12pt;">I</b></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Bookman Old Style', serif; font-size: 12pt;"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div>
<div>
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</div>
LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-41876151982872375822011-09-09T13:40:00.007+02:002015-09-18T23:44:23.656+02:00La presentación de "Patapalo" en Bogotá<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipqWsPzhOqhumUlAwzsTkAzjNTySrZWpXIC_1YjzfgJnM3IMP9yGmGPksHd_qzX4XYF0xW2gDvTeyDxFMocEAOlwtHS2r5HUgWLrmytkjEyMLi_UD4oboCyHxJaD3jDmVKsq39qr9ICcs4/s1600/presentaci%25C3%25B3n+Bogot%25C3%25A1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipqWsPzhOqhumUlAwzsTkAzjNTySrZWpXIC_1YjzfgJnM3IMP9yGmGPksHd_qzX4XYF0xW2gDvTeyDxFMocEAOlwtHS2r5HUgWLrmytkjEyMLi_UD4oboCyHxJaD3jDmVKsq39qr9ICcs4/s320/presentaci%25C3%25B3n+Bogot%25C3%25A1.jpg" width="216" /></a></div>
La mañana de ese 7 de septiembre, la humedad y la resolana hacían sofocante el entorno, pero además de los insoportables vahos del trópico, sabía que ese día sería muy difícil. Durante la mañana lloré y con el corazón en un puño, lo logré. De alguna manera pude soportar el definitivo partir de mi querido tío José. Abismal y oscuro vacío, tormentosa sensación de orfandad y desamparo. Partió el incombustible guerrero de los pobres, el poderoso protector, el negociador y dueño de las armas que sólo producen equilibrio.<br />
Por la noche, tal vez bajo sus auspicios, sentí el magnífico cobijo de mis amigos y mi familia en la presentación de la novela en el museo Casa Grau, artista cartagenero, apasionado, como lo soy yo a los graznidos de la bellas Mariamulatas de negro e iridiscente plumaje. Un hermoso y venerable hombre, el mayor de los vascos en Colombia, se sentó a mi lado, me sentía protegido, respaldado, con la energía de las canas de aquel señor. También estaban allí, sentados en la mesa, el Decano de la Academia de Historia de Colombia, el General Riaño, el presidente de la Sociedad Colombiana de Genalogía, el capitán Diaz en representación del almirante García comandante general de la Armada y José Vicente, mi editor, quien emocionado, habló exagerando elogios al escritor, tratando de encontrar en sus palabras la complacencia por haber culminado un proyecto que en un año y medio cristalizamos juntos. Cuando me tocó la palabra y los nudos de la garganta querían hacerme zancadillas, en mi cabeza se vinieron las imágenes de Patapalo, que con expresión castrense me invitaba al abandono en el valor, pues el pánico escénico empezaba a dominar mis ánimos, y cuando liberado de las cobardías me lancé, entonces, la nostalgia por la ausencia de mi tío José quiso engañarme, quebrando mis palabras que salían de una mente turbada por el dolor ante una ausencia cada vez más cierta. Por un instante, tal vez sólo medio, cerré los ojos y apareció la imagen de mi tío José, con su sonrisa irrepetible, y con sus ojos que me invitaban a continuar. Bajo su protección lo hice hasta el final. Entonces disfrute de ese buen momento que fue la presentación de mi novela <br />
<br />
"<i>Blas de Lezo, El Almirante Patapalo" </i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1Ub0CILPpRVnvNJWcbMiEuLwe_aEUCRg3MjDjByNIzT4YGnCY3pzcsj0m_jw6dmkFtFYTGbaMgN6l3hhVwj8U18wnr9S0FMgN8x-mkafjsNGwQAR4AYqGbuz1nfQGCS3txNMqI8s8g3SU/s1600/mesa+de+presentaci%25C3%25B3n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; display: inline !important; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1Ub0CILPpRVnvNJWcbMiEuLwe_aEUCRg3MjDjByNIzT4YGnCY3pzcsj0m_jw6dmkFtFYTGbaMgN6l3hhVwj8U18wnr9S0FMgN8x-mkafjsNGwQAR4AYqGbuz1nfQGCS3txNMqI8s8g3SU/s320/mesa+de+presentaci%25C3%25B3n.jpg" width="320" /></a>LICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-9185228236869869937.post-6108255481666501102011-08-25T15:52:00.001+02:002015-09-18T23:42:26.394+02:00BLAS DE LEZO, El Almirante Patapalo<br />
DLICOR DE MANDRAGORAhttp://www.blogger.com/profile/13470586197434120318noreply@blogger.com0